
Pero
nada más darse el inicio el auténtico primer día de carrera se veía que este
tampoco era el rally del cántabro que se salía en la segunda especial perdiendo
un tiempo precioso que le relegaba definitivamente.
El
segundo día, con especiales también largas, veía a Ogier mantener bien el tipo
en la cronometrada inicial, aunque en la segunda cometía un leve error y se veía
en una zona embarrada, perdiendo 40 segundos largos que teniendo en cuenta que
era en ese momento su principal perseguidor, parecía un tiempo clave para Loeb
se encaramara casi definitivamente a la primera posición.
El
tercer día de carreras, arrancaba con 78 km de velocidad por delante, el
principal escollo al que se debía hacer frente Loeb para saborear su 78 triunfo
en una prueba del WRC. La situación parecía fácil para que el habitual control
del 9 veces Campeón del Mundo saliera de nuevo relucir, como así ha sido. En los
dos primero tramos era Latvala quien marcaba el scrath en su intento de
alcanzar el pódium, con Loeb a expectativa y un Ogier convencido que la segunda
plaza en el cajón era un resultado con vistas al campeonato.

El campeonato prosigue tal y como unos y otros ha diseñado, con un Loeb cada vez más metido en los circuitos y sus peculiares retos, pero sin que vuelva para nada a los rallyes, de los que se despedirá en su Francia natal, después del verano y además pletórico de forma. La próxima cita del mundial es entre el 31 de mayo y el 2 de junio en Grecia.