Aunque la base del
rallye, así como las verificaciones y las ceremonias de salida y llegada,
seguirán situándose en Oviedo, realmente el corazón del rallye latirá este año
en uno de los concejos por excelencia de la geografía asturiana.
Este año, las circunstancias
han provocado que el recorrido del Príncipe varíe radicalmente respecto a la
última década, abandonando zonas como Santa Bárbara, Pajomal, Pola de Siero o
Villaviciosa, que habían ejercido como pilares fundamentales del itinerario en
las últimas ediciones, para trasladarse hacia el suroeste de la región, a 90 km
de distancia de la capital del Principado, hasta el entorno de Cangas del
Narcea, que ejercerá como nuevo epicentro del RIPA en todos los sentidos.
La 50º edición del
Príncipe se desarrollará de nuevo a lo largo de dos etapas sábado 14 y domingo
15 de septiembre durante las cuales se cubrirán casi 200 km cronometrados en
total, 198,30 km para ser exactos, repartidos entre once especiales neófitas en
el rutómetro. El primer día se disputarán siete tramos Trones, Santana y Acebo
Cangas, el más largo del rallye, con casi 30 km de recorrido, que se recorrerán
también en sentido inverso en la tarde-noche del sábado. El domingo se
completará la ruta con un par de pasadas a las especiales de Llamas de Mouro
(la más distante de Cangas de todo el recorrido) y El Reguerón Adralés Arayón.
Todas esas
localidades centrarán el interés de la afición durante la celebración de las
bodas de oro de un Rallye Príncipe que, reinventado por exigencias del guion,
se presenta, paradójicamente, en el año de su 50 aniversario, como un paisaje
inexplorado si no que les pregunten a los fotógrafos donde todo está aún por
conocer.