Hablar de Ypres es hablar de Freddy Loix, y hablar de Freddy Loix es hacerlo de la historia viva de los rallyes belgas. El piloto oficial de Skoda Motorsport durante la prueba se adjudica su octava victoria en la prueba “de casa”. Y a lo grande.
Independientemente de
su apodo internacionalmente conocido, “Fast” debería llamarse también “Mr.
Ypres” por dos motivos más que obvios: porque es un piloto rapidísimo y por su
absoluto dominio en un rally al que le tiene bien cogida la medida. Vuelta al ERC,
y victoria incontestable. Loix le endosaba más de un minuto y veinte segundos
al segundo clasificado, Bryan Bouffier y casi dos a Craig Breen. Verde y en
botella, como el color del Skoda, más potente que el absenta. Ahí es nada.
De la pelea por el
podio se caía Hayden Paddon. El piloto neozelandés sufría una gran salida de
pista que le dejaba fuera de carrera. Otro accidente bastante relevante para la
clasificación general fue el que tuvo Andreas Aigner, líder hasta el momento de
Producción. El de Subaru se iba fuera en la décima superespecial, heredando su
posición un Andy Lefevere realmente rápido.
Fue un rally muy
accidentado, pero también muy desesperante. Dos coches se consumieron pasto de
las llamas, uno por etapa. Si primero fue el Ford Fiesta S2000 Mikko Pajunen,
hoy le tocó al Peugeot 207 S2000 Davy Vanneste.